Cuando soñamos con nuestra casa prefabricada siempre tenemos que tener en cuenta su aislamiento. Dependiendo del mismo conseguiremos que nuestra casa sea más cálida/fresca dependiendo del lugar donde residamos.
Pero un buen aislamiento deberá ir acompañado en la mayoría de los casos de un sistema de calefacción para los días más frios. En el mercado existen muchas opciones, desde las basadas en combustibles fósiles, electricidad o otras procedentes de energías renovables como la solar o eólica. Estás últimas suelen requerir de una inversión inicial mayor; que muchas veces hace que las desechemos. Sin embargo a largo plazo supondrán un importante ahorro en nuestro gasto de calefacción.
Hoy queremos hablar de una solución muy sencilla para mejorar la temperatura de nuestro hogar. Como nuestras casas van a estar situadas en una parcela o terreno, vamos a poder orientarlas a nuestro gusto. De esta forma vamos a poder construir un sistema de calefacción solar pasiva, llamado muro Trombe. Las variaciones de este sistema proliferaron entonces en todo el mundo, pero no fue hasta 1967 que el arquitecto Jacques Michel implementó el primer muro Trombe en Odeillo, Francia. Denominado así en honor al ingeniero Felix Trombe, el sistema combina vidrio y un material oscuro que absorbe el calor para conducirlo lentamente hacia la casa.
El muro Trombe estándar se coloca con un panel de vidrio a una distancia de 2 a 5 cm del muro de mampostería oscura de 4 a 16 cm de espesor, generalmente de ladrillo, piedra u hormigón. El calor solar pasa a través del vidrio, es absorbido por la pared de masa térmica y luego se libera lentamente en la casa. Aunque la radiación solar directa tiene una longitud de onda más corta y, por lo tanto, se conduce fácilmente a través del vidrio, el calor radiado por la masa térmica tiene una radiación de longitud de onda más larga y, por lo tanto, no puede atravesar fácilmente el vidrio. La ley de desplazamiento de Wien describe esta característica de la radiación solar, que atrapa el calor entre el panel de vidrio y la pared de mampostería, de modo que la pared Trombe pueda absorber el calor de manera efectiva y limitar su reemisión al medio ambiente.
Además, debido a que el panel de vidrio está solo en el exterior de la pared, el calor puede pasar sin inhibiciones al interior de la casa, un proceso que generalmente toma alrededor de 8 a 10 horas en un muro Trombe de 20 centímetros de espesor. Por lo general, esto significa que el muro absorbe el calor durante el día y lo reemite lentamente a la casa durante la noche, lo que reduce drásticamente la necesidad de calefacción convencional.
Una variación común es el muro Trombe ventilado, que complementa la conducción natural de la masa térmica con convección facilitada por ventilación. Los respiraderos se colocan en la parte superior e inferior del espacio entre el panel de vidrio y el muro de mampostería. A medida que el aire de este espacio se calienta, sube al respiradero superior, que lo redirige a la vivienda. Al mismo tiempo, el aire frío del interior de la casa pasa a través del respiradero inferior hacia este espacio intermedio, donde se calienta y luego se redirige de regreso a la casa a través del respiradero superior.
Los sistemas de calefacción solar pasiva como el muro Trombe son muy atractivos en la actualidad por su bajo consumo de energía y su relativa sostenibilidad.
Os dejamos un video sencillo de un muro Trombe en vivo